martes, 27 de enero de 2009

1,8 millones de electores son la clave para la victoria del No


Por dos veces no han votado por Chávez, pero no se pasan a la oposición


Para Nelson Rampersad, la clave de propinarle una nueva derrota al Gobierno en la consulta convocada para el 15 de febrero está en casi 1,8 millones de electores que, por dos veces (referendo de 2007 y regionales de 2008) le han dicho "No" al presidente Hugo Chávez o se han abstenido de votar.

"Esos representan más de 30% de los que votan y a Chávez se le quedaron empantanados".

Experto en materia electoral y con una larga actividad en representación del MAS en las mesas técnicas, Rampersad tiene claro que la contienda será definida por entre 9 y 10 millones de votantes, pues los restantes convocados a los comicios, otros 6 millones, vienen comportándose con indiferencia.

Eso sí, destaca la importancia de que la estrategia para promover el "No" a la enmienda debe presentarse desde los múltiples frentes de la sociedad, porque caer de nuevo en el esquema polarizado Gobierno/oposición es darle ventaja al chavismo.

Advierte que la votación de Chávez llegó a su techo en los comicios regionales de 2008 (52%). Cree que si se logra convencer a esos 1,8 millones para que voten por el "No" el 15 de febrero, la polarización 52/48 se revertiría contra el Gobierno.

Rampersad identifica "un medio péndulo" en el comportamiento de ese sector que acompañó a Chávez, pero que por "desencanto y el desmoronamiento del Gobierno" oscila entre el apoyo al mandatario o la abstención. La clave para consolidar la victoria -dice Rampersad- es hacer que al menos la mitad de ese 1,8 millón de electores le diga "No" a la enmienda y la otra mitad se abstenga. "Con eso, derrotamos a Chávez".

"Hay un sector tradicionalmente votante de Chávez que se mantiene en un péndulo medio: entre votar por Chávez y abstenerse. Esa es una masa de electores demasiado importante y determinante para cualquier decisión electoral. Chávez en el revocatorio de 2007 perdió 2 millones 929 mil 688 votos respecto de la elección presidencial de 2006. En un esfuerzo en las elecciones de 2008, que él convierte en un plebiscito, recuperó 1 millón 181 mil 549. De allí que hay 1 millón 748 mil 139 votantes que por segunda vez no han votado por Chávez, pero que aún no traspasan el umbral de la abstención para votar por una alternativa distinta, porque sencillamente no hay una alternativa clara.

Cree Rampersad que hasta ahora la alianza de oposición se ha presentado "como una especie de resistencia, que ya como estrategia política ha alcanzado su máximo de exposición".

"La oposición democrática tiene que pasar a una estrategia electoral que le diga al país que puede haber un cambio y configurar una alternativa física frente a las amenazas que se evidencian del modelo de Chávez".

Opina que la sociedad venezolana "no ha cedido a las presiones de Chávez", pues por un lado hay "4 millones y pico de electores que históricamente han votado contra Chávez y hay cerca de 1,8 que estuvieron con Chávez alguna vez y que no lo están acompañando".

Federalización partidista Nelson Rampersad detecta también otro comportamiento electoral importante en la comparación estadística. Pone el punto de mira en alrededor de 1,6 millones de votantes que simpatizan por la oposición, pero que en los comicios regionales de 2008 prefirieron votar por partidos regionales en detrimento de los "grandes".

"Esto revela un cambio de actitud de la gente frente a sus instituciones. Le dan más importancia a lo más cercano y eso refuerza el fortalecimiento de los partidos regionales. En el caso de los chavistas se nota más, ellos votan en mayor medida por su alcalde y su gobernador que por su Presidente".

Para el experto electoral, otra clave para derrotar al Gobierno está en organizar una alianza federal de partidos políticos.

"Después del PSUV, si lo vemos como una sola organización, los partidos regionales de oposición son el partido más grande. Esta es una concepción que se está apoderando de la gente sobre cómo debe ser el Gobierno y si este es el momento de formular una alternativa para el país, una de las características de esa alternativa es precisamente una propuesta de federalizarlo como fue en sus orígenes, como lo hizo Bolívar. La reelección indefinida que propone Chávez lo que está demostrando es la imposición del centralismo. Para mí, la respuesta que hay que darle a Chávez no es que si un tipo se reelige mil veces se convierte en dictador, que a lo mejor es verdad, pero lo que le importa a la gente ahorita es que la perpetuación de Chávez en el poder conspira contra la necesidad de municipalizar el Estado. Esa es una propuesta clara".

Elvia Gómez
EL UNIVERSAL

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