lunes, 2 de febrero de 2009

!Feliz Día del Loco de Atar! !Tremenda rumba en manicomios y clínicas psiquiátricas!



¿Fascistas?


El más reciente remoquete que ha salido de los laboratorios chavistas es la etiqueta “fascista”. A todo el que medio se atraviesa por ahí, le clavan la palabrita. Pero, a los hermanos que se encuentran desde hace 10 años en el gobierno habría que advertirles, sin ninguna maldad, sólo por si acaso, que se miren en el espejo a ver si no están cometiendo una más de sus ya acostumbradas injusticias.


Si a ver vamos podrían ellos sin querer ser víctimas de una gran traición. Puede que el inconsciente les esté jugando una mala pasada y lo que estén es revelando su propia esencia, su verdadero yo, como diría un siquiatra. Eso de jactarse por mandar al Ejército, a la policía, a la GN a lanzarles gas del bueno a los estudiantes, la verdad es que ni al mismísimo Mussolini se le habría ocurrido.

¡Que triste espectáculo ver a los antiguos dirigentes estudiantiles de izquierda, hoy jefes del chavismo, mandar a reprimir a los estudiantes como si no tuvieran memoria! Bastaría reproducir alguna declaración de ellos en su época para hacerlos sentir unas cucarachas. Cierto simplismo los hace pensar que cuando quien reprime es un contra-revolucionario, es una aberración y que si lo hacen ellos, es una virtud.

Feo eso de agarrar unos muchachos que hacen lo que uno hizo a su edad y ponerlos en unas cuñas todo el día por eVTV llamándolos fascistas. Dígame si no es una barbaridad eso que hace la señora Ron y grupos como La Piedrita.

Para Chávez son unos héroes. Pero, eso de lanzar bombas lacrimógenas a diestra y siniestra es más de nazis que de revolucionarios.

¡Qué cosa! Nadie los investiga por portar armas de fuego en plena vía pública. Ninguna institución los cita por atentar contra la vida de la gente que piensa distinto al gobierno. ¿Será acaso que los opositores no son gente, no tienen derechos, y se gana puntos como en los videojuegos por agredirlos? -Dale a ese cura que suman 100 puntos. Ese periodista vale 200 y por aquel escuálido de la alcaldía te dan 500.

Lo del Ateneo es para contarlo por los siglos de los siglos. Resulta que estos grupos, apostados en la Plaza Morelos, esperando a los estudiantes, descubren un acto de Bandera Roja justo frente a sus narices. Excitados, salen y les caen a piedras a Gabriel Puerta y a los militantes de su partido que, de paso, andaban de cumpleaños.

Ninguna condenatoria. Al contrario, al día siguiente el ministerio de Finanzas le pide desocupación al Ateneo, como si la institución cultural fuera la que culpable de la fechoría.

Igual ocurre con la Alcaldía Mayor. Se meten unos encapuchados en sus instalaciones y la PM, en vez de actuar, se retira y los deja como si nada. Allí están hasta el día de hoy, armados y haciendo destrozos, sin que nadie los toque, como si los votos que sacó Ledezma fueran menos que los que llevaron a Chávez a la presidencia.

El colmo es la amenaza del derrotado Diosdado contra el “pico y placa” de Capriles en la Panamericana. “Ojitos verdes” declara que va a impedir la medida hasta con los tanques. Cuando le preguntan si se ha reunido con el gobernador para hablar del caso responde encolerizado:”Yo no hablo con fascistassss…” Si eso no es facho, por lo menos huele. Casos como estos podemos nombrar a montones. Pero, lo que de verdad los delata fue lo ocurrido contra la sinagoga de Maripérez. Allí se pasaron de la raya. Cual militantes del nacional socialismo pintaron el lugar con consignas contra los judíos.

“Muerte a los Fascistas” decía por todos lados. La verdad es que no se trata de devolver el insulto con otro insulto. De eso ya estamos cansados. Dios quiera que alguien le diga a Chávez que se detenga a pensar a donde está llevando esto que mientan proceso.

Mírense en el espejo señores, que a lo mejor del susto se arrepienten y nos tratan a los que pensamos distintos como lo que somos, como venezolanos.





Fascismo

El fascismo (del italiano fascio, haz, fasces, a su vez del latín fasces, pl. de fascis) es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras (19181939). Su proyecto político es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista, mientras su base intelectual plantea una sumisión de la razón a la voluntad y la acción, un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas que se conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos por un eficaz aparato de propaganda, un componente social interclasista, y una negación a ubicarse en el espectro político (izquierdas o derechas), lo que no impide que habitualmente la historiografía y la ciencia política sitúe al fascismo en la extrema derecha y le relacione con la plutocracia, o bien lo identifique como una variante chovinista del socialismo de Estado[1] (que desde una perspectiva opuesta, se identifica con un capitalismo de Estado o estatismo).

http://es.wikipedia.org/wiki/Fascismo


Chovinismo

Se llama chovinismo, o también chauvinismo, (tomando el nombre del patriota francés Nicolas Chauvin), o patrioterismo a la creencia narcisista próxima a la paranoia y la mitomanía de que lo propio del país, o región, al que uno pertenece es lo mejor en cualquier aspecto. El nombre proviene de la comedia La cocarde tricolore de los hermanos Cogniard, en donde un actor, con el nombre de Chauvin, personifica un patriotismo exagerado. Hannah Arendt lo describe así:

El chovinismo es un producto casi natural del concepto de Nación en la medida en que proviene directamente de la vieja idea de la "misión nacional"... La misión nacional podría ser interpretada con precisión como la traída de luz a otros pueblos menos afortunados que, por cualquier razón, milagrosamente han sido abandonados por la historia sin una misión nacional. Mientras este concepto de chauvinismo no se desarrolló en la ideología y permaneció en el reino bastante vago del orgullo nacional o incluso nacionalista, con frecuencia causó un alto sentido de responsabilidad por el bienestar de los pueblos atrasados.
"Imperialism, Nationalism, Chauvinism", en The Review of Politics 7.4, (Octubre de 1945), p. 457

El chovinismo resulta un razonamiento falso o paralógico, una falacia de tipo etnocéntrico o de ídola fori. En retórica, pues, constituye uno de los argumentos falsos llamados ad hominem que sirven para persuadir con sentimientos en vez de con razones a quienes se convencen más con aquéllos que con éstas, y como tal se utilizó frecuentemente por parte de los políticos para persuadir a las masas. Nació fundamentalmente con la creencia del romanticismo en los "caracteres nacionales" o volkgeist, si bien los griegos ya se burlaban de quienes pretendían que la luna de Atenas era mejor que la de Éfeso; psicológicamente, sin embargo, se trata de un sistema delirante que esconde un sentimiento neurótico de inferioridad en forma paranoica (en su manifestación de delirio de grandeza) muy asentado en la naturaleza humana. Suele considerarse como una señal de nacionalismo y como tal suele acompañarse de la manía persecutoria de echar la culpa siempre a los otros de los males que se encuentran en uno mismo. Erich Fromm, León Poliakov y Jon Juaristi han estudiado las manifestaciones más perversas y peligrosas del chovinismo, que pueden estar asociadas a ideologías totalitarias, xenófobas, racistas y sexistas.

http://es.wikipedia.org/wiki/Chovinismo

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