Es una verdad del tamaño de un templo que la humanidad busca nuevos derroteros ante el colapso del llamado socialismo real y frente a los males que genera el sistema capitalista.
Este es un gran debate que se amplía con la crisis financiera que vive Estados Unidos y que amenaza con profundizarse y extenderse al resto de un mundo globalizado. Vivimos en un mundo multipolar. Se acabó la hegemonía unipolar de la potencia estadounidense y en su lugar nuevas realidades presentes en la Comunidad europea, con Alemania como primera potencia, China, India, Japón. La síntesis de países emergentes que incluye a Brasil (se conforma una referencia Brasil, China, la India, Suráfrica). Es cierto que América Latina se abre al mundo y sus relaciones dejan de estar confinadas exclusivamente a EEUU. Es cierto que América Latina se encuentra en una nueva situación con gobiernos que rompen en gran medida con el paradigma neoliberal. Como síntesis tomemos la opinión del académico ruso Davidov (Nueva Sociedad, 214, marzoabril 2008 ): "Pero lo central es que estamos en el inicio de una transición hacia una nueva correlación de fuerzas internacionales. Que presagia un relevo gradual en el club de países líderes. Por otra parte, hay cada vez más síntomas de que EEUU dejó atrás el momento de apogeo de su hegemonía" (p.78 ).
Ese debate coloca la lucha contra la pobreza en lugar preeminente. Stiglitz, premio Nobel de Economía, lo expresa en estos términos: "...pensé que los mayores desafíos para un economista estaban en el problema creciente de la pobreza mundial. ¿Qué hacer por los 1.200 millones de personas que viven con menos de un dólar diario, o los 2.800 millones que viven con menos de 2 dólares diarios, más del 45 por ciento de la población mundial" (El malestar de la globalización, p. 51).
En estos momentos revienta el crash en EEUU. Se acierta al calificar de crisis sistémica, si se ataca el riñón se afecta al hígado. Y las medidas adoptadas por Bush ni siquiera son paños tibios.
Frente a este panorama Chávez pretende conducir al país por su "modelo socialista" empleando categorías atrasadas y ejecutorias fracasadas como el trueque, desarrollo endógeno, comunas, "empresas socialistas", estatizaciones improvisadas, centralismo; en lo político, autoritarismo militarista y desconocimiento de la realidad venezolana con una mayoría que rechaza estas políticas y a la cual desprecia e intenta acorralar con una visión de país absurda al concebirlo rojo rojito.
Un ejemplo de su "socialismo" lo tenemos en las empresas de CVG, esas sí todas en rojo. Un ejemplo, Edelca, la empresa eléctrica, que era una excelencia, convertida en un desastre. No digamos Sidor y a dónde va o estatizaciones improvisadas como Cemex. Capítulo especial es lo que sucede en Pdvsa que asume funciones de 14 ministerios. Y deja de ocuparse de lo suyo: del petróleo. En el campo levanta el conuco y destruye las empresas productoras que existían, y paraliza las inversiones a nivel nacional, destruyendo literalmente el aparato productivo. Aleja la inversión extranjera. Vuelven los apagones. Despilfarra más de 800 mil millones de dólares. Y endeuda al país por encima de 50 mil millones. Alimenta la corrupción...
Venezuela queda al margen del progreso. Se la lleva hacia una involución. Hacia fracasos administrativos colosales, que hoy se ocultan con los precios petroleros, pero éstos se encuentran en descenso.
Esta manera de gobernar y de administrar debe ser derrotada. En esa dirección: votar el 23 de noviembre.
Y prepararse para gobernar con eficacia y pulcritud.
Pompeyo Márquez
Tal Cual / ND
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