Líderes opositores venezolanos, estudiantes, profesores y periodistas mostraron el viernes en diversos actos su rechazo hacia la Ley de Educación aprobada el jueves por el gobierno del presidente Hugo Chávez y contra la agresión de 12 periodistas durante una protesta.
Varios representantes de la oposición venezolana se declararon en “rebeldía y desacato” frente a la Ley de Educación y anunciaron una gran movilización nacional para pedir su abrogación por considerarla un ataque a la Constitución.
“Vamos a recoger firmas en todo el país para que esta ley sea sometida a referéndum (…) Llegó la hora del pueblo, juntos podemos resolver esta situación”, declaró Ismael García, diputado de oposición y miembro del partido Podemos.
“Presidente, el único golpe (de Estado) que está en desarrollo es el que usted está dando a la Constitución. Lo que nosotros haremos es evitar que siga ocurriendo”, aseguró el diputado, dirigiéndose al mandatario Hugo Chávez.
García y otros cinco diputados de oposición abandonaron el jueves la plenaria de la Asamblea Nacional, donde el oficialismo es claramente mayoritario, para mostrar su repudio al texto en discusión y la violencia usada para disolver a los manifestantes que se oponían a esta normativa.
Por su parte, el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, anunció varios actos en las calles del país en los próximos días, incluyendo una gran manifestación el 22 de agosto en Caracas.
“La lucha tiene que comenzar ahora (…) No es hora de agachar la cabeza, es hora de dignidad, un pueblo digno no se rinde”, arengó Ledezma.
Según sus detractores, la nueva ley de educación otorga un papel “omnipotente” al Estado venezolano y prevé una especie de adoctrinamiento conforme a los postulados del gobierno de Chávez, que defiende un socialismo del siglo XXI.
Uno de sus artículos establece, de forma más explícita que la ley de 1981 hasta ahora en vigor, que los medios de comunicación tienen prohibido publicar informaciones “que produzcan terror en los niños, inciten al odio, atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la salud mental y física de la población”.
Pero para la mayoría de diputados y el gobierno esta ley devolverá el carácter “humanístico, ético y social a la educación” y dará igualdad de oportunidades a estudiantes de cualquier clase social.
El proyecto de ley fue sometido a una única lectura en la Cámara ya que, según el oficialismo, ya había sido objeto de una primera votación en 2001, aunque los detractores del proyecto subrayaron que el texto de hace ocho años no tiene nada que ver con el aprobado el jueves.
Mientras la Asamblea Nacional debatía esta ley, 12 periodistas que repartían panfletos en contra del artículo sobre los medios de comunicación incluido en esta ley fueron agredidos por un grupo de supuestos seguidores del gobierno.
Los hechos fueron condenados por el sindicato de la prensa, el colegio de periodistas y por la ministra de Comunicación e Información, Blanca Eeckhout, entre otros.
“Somos periodistas, no somos golpistas”, “Basta de agredir a periodistas”, reclamaban cientos de comunicadores concentrados ante la Fiscalía de Caracas este viernes, algunos de ellos con mordazas en el rostro.
La fiscal general, Luisa Ortega, aseguró que el ministerio público “repudia estas acciones” contra periodistas y subrayó que se actuará con rapidez para “determinar las responsabilidades” de los agresores.
Paralelamente, grupos de estudiantes marcharon por varios puntos de Caracas este viernes para mostrar su repudio a la nueva ley.
“Es hora de que la gente entienda que tiene que movilizarse. Acompáñennos en esta lucha por el futuro de los venezolanos”, pidieron portavoces del movimiento estudiantil.
En declaraciones a la prensa local, la rectora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Cecilia García Arocha, consideró este viernes “inaceptable” la aprobación de esta ley y prometió que “las universidades jamás estarán al servicio de ningún gobierno”.
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