viernes, 15 de agosto de 2008

La triada Caudillo-Ejército-Pueblo de Ceresole ya se convirtió en ley de la República Bolivariana.




En el futuro de Venezuela vemos un gran...



La nueva ley de la FAN consolida el esquema de poder basado en la triada Caudillo-Ejército-Pueblo y homologa la jerarquía militar con la cubana, creando un cuerpo análogo a la SS de Hitler. Lo dice Edgar C. Otálvora.

Este es su análisis que hoy publica la Revista Zeta:

Mediante la aprobación de la nueva Ley de fa Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Hugo Chávez dictó una serie de cambios que configuran la consolidación del esquema Caudillo-Ejército-Pueblo. El fantasma del argentino Norberto Ceresole, el ideólogo argentino de principios el régimen chavista, ronda cada numeral de la ley aprobada sin trámite legislativo, y que Chávez dictara amparado en una inusual y genérica Ley Habilitante concedida por sus diputados en la Asamblea Nacional.

Entre Castro y Hitler

No existen -que se conozcan- tratados o acuerdos explícitos y legalmente tramitados entre Venezuela y Cuba, en materia de defensa militar mutua. Pero el grado de compromiso entre ambos gobiernos y los usuales pronunciamientos en ese sentido de Caracas y (un poco menos) de La Habana, hacen suponer que existen acuerdos secretos para la actuación en conjunto de los militares de ambos países. En todo caso, formalidades como el diseño del uniforme importado de Cuba para uso en los cuarteles venezolanos, es una potencial evidencia de las previsiones que se han ido tomando para una eventual alianza militar y accionar mancomunado entre las dos fuerzas armadas. Este tipo de alianza, además, ya había sido aprobada en la Ley de las FAN del 2005.

Con la nueva ley militar chavista se crea definitivamente la Milicia Territorial, similar en concepto y diseño a la cubana. Esa Milicia Territorial sumada a la Reserva, constituirá la Milicia Nacional cuyo comando será paralelo al de los componentes de las FAN. La Milicia Nacional chavista no es la usual guardia territorial formada por la población ante eventuales ataques externos, ya que entre sus funciones se encuentran además, las de mantenimiento del orden interno. La Milicia es en definitiva un cuerpo militar en tanto es movilizada para ejecutar actividades propias del servicio militar activo. Dados los estrechos vínculos entre la base política del Presidente y la conformación de las unidades de la milicia, varios analistas han encontrado similitudes entre esta organización y la Waffen-SS hitleriana. Se trataría de un ejército paralelo formado por militantes del partido gobernante y con una línea de mando cuidadosamente separada de la estructura militar profesional.

Lo nuevos rangos

El nuevo cuadro de rangos de las fuerzas armadas venezolanas es una copia de la existente en Cuba. Chávez homologó los rangos militares venezolanos con los existentes en las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas, con lo cual en lo sucesivo a cada nivel de la jerarquía venezolana existirá una equivalencia cubana.

El hecho se produce básicamente en la cúpula jerárquica, en la cual Chávez ha creado varios nuevos escalones, incluyendo el que le corresponde a él como Presidente de la República, similar al detentado por Fidel Castro.

A los pre existentes rangos de general de brigada y división, y de contraalmirante y vicealmirante, le han sumado un antepenúltimo escalón que se denomina como Mayor General (llamado en Cuba “general de cuerpo del Ejército”) o Almirante, cuyo símbolo será tres soles.

Los generales (o almirantes) en Jefe en lo sucesivo detentarán cuatro soles y serán el penúltimo escalón de la jerarquía militar. En Cuba, el rango de general de Ejército (homólogo al general en Jefe venezolano) sólo lo detenta Raúl Castro, en su condición de Ministro de las Fuerzas Armadas. Su reciente designación como Presidente del Consejo de Estado y cabeza del gobierno cubano, no le representó a Raúl su ascenso a Comandante en Jefe, rango que exclusivamente corresponde a su hermano Fidel.

Comandante en Jefe

La nueva ley militar venezolana, emitida el 31 de julio, confirmó el rango de Comandante en Jefe, ya previamente definido en la Ley del 2005. En razón de ambas leyes, el Presidente de la República detentará un rango militar en condición de activo, con símbolos e insignias propias. En el caso de Chávez, se efectuó una auto- reincoporación a su condición de militar activo. En el hipotético caso de un futuro presidente civil, se trataría de una confusa circunstancia en la cual el mandatario sería incorporado a la fuerza armada. El asunto es algo más que un tema simbólico, ya que tiene que ver con aspectos más delicados como, por ejemplo, la legislación aplicable al Presidente, dada la existencia de normas y fueros militares en Venezuela.

El Comandante en Jefe tiene bajo su mando y dirección la Comandancia en Jefe, integrada por un Estado Mayor y las unidades que designe. Ese Estado Mayor ya ha estado actuando, primero bajo la conducción del general Alberto Müller Rojas y luego por el general Jacinto Pérez Arcay, éste último, miembro permanente del séquito que acompaña a Chávez en sus usuales viajes, fue reincorporado al servicio activo y luego ascendido a general de división.

La Guardia de Honor Presidencial forma parte de la Comandancia en Jefe, con lo cual esa instancia suma desde niveles de planificación estratégica hasta unidades de protección personal al Presidente y su familia.

Estado de guerra permanente

Chávez dirigirá a las FAN no por intermedio del Ministro de la Defensa, sino de un oficial designado para tal fin. En la ley del 2005, Chávez se reservaba la conducción de operaciones militares, aclarando que el día a día de las FAN sería manejado por el Ministro de la Defensa. Esa legislación concretaba un cuadro funcional que colocaba en la Presidencia, la conducción directa de las FAN para ejecución de acciones específicas, casi siempre asociadas a circunstancias bélicas. Se trata del mismo esquema que las Fuerzas Armadas venezolanas asumieron, por ejemplo, en agosto de 1987 cuando el presidente Jaime Lusinchi tomó la conducción de las operaciones en respuesta a Colombia por la Crisis de la Corbeta Caldas. En aquella ocasión, Lusinchi declaró el estado de alerta militar y designó a un general para dirigir las operaciones al margen de la estructura administrativa del Ministerio de Defensa. Se trataba de la aplicación del manual para atender lo que se entendió como el arranque de la hipótesis de guerra con Colombia.

La nueva ley de las FAN dictada ahora por Chávez, asigna al Ministerio de la Defensa el papel de ente administrativo del “sector defensa”. La estructura y operación de las FAN, en lo sucesivo, estarán conducidas permanente, directa y personalmente por Hugo Chávez, de quien dependerá el Comando Estratégico Operacional en todo lo relativo a los aspectos operacionales. El jefe de ese CEO dirigirá en nombre del Presidente las Regiones Estratégicas, los componentes militares y la Milicia Nacional. Dado que las “Regiones Estratégicas de Defensa Integral” son una división territorial que Chávez sobrepondrá sobre la división política territorial actual, el comandante del CEO se transforma en la máxima autoridad ejecutiva nacional luego del propio Presidente.

Al principio de su gobierno Chávez había prometido acabar con el “ejercito pretoriano” creado en Venezuela a principios del siglo XX, pero en la práctica ha renovado el pretorianismo como esquema para la intervención de los militares en la conducción política del país. Con el país dividido en regiones militares y con una estructura que depende del mandato directo del Presidente, el país ha sido colocado en una virtual situación propia de guerra permanente, a lo cual se suma la movilización permanente del “pueblo” organizado militarmente en las milicias.

La triada Caudillo-Ejército-Pueblo de Ceresole ya se convirtió en ley de la República Bolivariana.


http://www.noticias24.com/actualidad/?p=16714

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