miércoles, 17 de junio de 2009

Irán: la reacción del “hermazano” ha sido de prevención: “palo y plomo”.


En su editorial de hoy publicado en el diario Tal Cual, Teodoro Petkoff comenta sobre la pasión de Chávez de identificarse con “tiranos” como Ahmadineyad, quien ha decido reprimir las manifestaciones en su contra.

“¿En cuál recoveco neuronal, en cuál meandro de sus circunvoluciones cerebrales se ocultará esa pasión del Hiperlíder por identificarse con cuanto tirano -mientras más longevo mejor- queda por el mundo?”, se pregunta Petkoff, al ver cómo el presidente Chávez trata de relacionarse con cualquier “déspota” del mundo, empezando con “el decano de todos”, Fidel Castro.

Asimismo, comenta que en la “galería personal de amigos” de Chávez, se encuentran personalidades como “el eterno Kaddafi; el sobreviviente dictador soviético Lukashenko; Mugabe, el de Zimbabue; aunque curiosamente, por alguna razón desconocida, se ha abstenido de asumir parentesco fraternal con Kim Jong II, el regordete dictador dinástico de Corea del Norte”.

Pero, considera Petkoff, que el “hermano del alma” del Presidente es el iraní Ahmadineyad porque con él la identificación “parece absoluta”. “No habían terminado de cerrarse las urnas electorales en Irán y ya estaba el Hiperlíder felicitando al hermano“, dice.

Sin embargo, el editor explica que ya al hermano “el pescado se le está volviendo cabeza como dicen en Sabaneta”, ya que en Irán, millones de ciudadanos han tomado las calles por consider que las elecciones fueron fraudulentas.

Nadie sabe que va a pasar, acota Petkoff, pero “evidentemente” al contrario de lo que interpretó “el Hiperlíder” al considerar que eran los medios internacionales los que fabricaban el ambiente violento, ya el propio Consejo de Ayatolas, “máxima autoridad en esa teocracia reaccionaria y anacrónica, del siglo IX después de Mahoma”, decidió revisar los resultados electorales y emitir dentro de diez días su veredicto.

Teodoro señala que a pesar de los fallecidos las protestas no paran, y la reacción del “hermazano” ha sido de prevención: “palo y plomo”.

“La policía y un grupo de matones denominado Basij, que, coincidencialmente en persa quiere decir Piedrita, han embestido contra los manifestantes, matando a siete de ellos, hasta ayer”, agrega Petkoff.

Por otro lado, destaca que el gobierno del “hermanzo” ha bloqueado los servicios de internet y el acceso de la prensa internacional, en un “vano intento” de mantener descomunicado al país.

“¿Qué pasa en Irán, donde cualquiera hubiera podido imaginar que un tipo como Mahmud Ahmadineyad, quien con sus problemas atómicos, sus misiles de largo alcance y sus ejercicios bélicos, podría alimentar el orgullo nacional, ha generado, sin embargo, una reacción contraria tan masiva?”, cuestiona el editor.

Explica entonces, que debe ser es que la gente no entiende por qué no se puede “compatibilizar” la industria nuclear con comida barata; ni cómo una de las civilizaciones más antiguas del mundo tiene que aceptar que maten a pedradas a una mujer acusada de adulterio; y tampoco entienden por qué tienen que calarse las reglas impuestas por un grupo de sacerdotes que deciden sobre la vida o la muerte en un país de 80 millones de habitantes y “empeñado en mantener en el poder a un tipo que es la encarnación misma del atraso y la reacción”.

El hermanazo
Editorial Tal Cual

2 comentarios:

Politicamente Incorrecto dijo...

El final de esta historia de Ahmaddineyad será mucho más trágica de lo que podamos pensar, con unos Estados Unidos queriendose "entender" con este antisemita le dará la señal al mundo árabe que Israel no cuenta con el apoyo del Norte y tendrá Israel que tomar la decisión de sobrevivir ó caer por la estupidez del Partido de Gobierno norteamericano y seguro estoy que Israel le va a "meter las cajas" a Irán nada más que se pasen de graciosos sin contar con el antiguo aliado del norte que hoy le hace guiños a los anti-israelitas.

Ivanlex dijo...

Esperamos que Israel decida de una vez por todas acabar con el poder nueclear de Irán. Dios es grande, y Dios está de parte de las causas justas.