viernes, 15 de mayo de 2009

Chávez dio en el blanco








La aceptación va tomando, segundo a segundo, minuto a minuto, el espíritu de Venezuela. La última marcha del 1 de mayo pareció convencer a su gente que enfrentar a este hombre enloquecido de odio y poder es imposible. Aquella densidad impenetrable de los gases con mostaza que ahogaban ancianos, mujeres, jóvenes, aquella robotizada arremetida, los rinocerontes, las ballenas, las balas de goma, la seguridad de los francotiradores que como en aquel macabro Abril, aquella emboscada fatal, se suponían allí armados de las más sofisticadas armas, todo respondía a la misma orden con la que amenazaba a un pueblo desarmado, indefenso.

Esa pantalla dio en el blanco fijado por el hombre y tercer comandante de esta guerra de la “república bolivariana” contra Venezuela. Tercero después de Jesús y Bolívar. Porque eso es lo que sin cinismo, más bien locura, sostiene Chávez. Lo que quiere decir que según él y todos sus desórdenes de personalidad, Jesús y bolívar están no sólo de acuerdo con esta “democracia dictatorial”, sino que lo asesoran y planifican con él cada paso, cada detalle.

Y digo y escribo que “dio en el blanco” porque sin creerle nada de lo que dice, conociéndolo en sus manipulaciones y mentiras, sabiéndolo capaz y sin ayuda de nadie, ni siquiera de Fidel o del diablo, nos enfrentamos a una realidad realidad contundente y triste: para sacar a Chávez del poder y a los suyos hay que sacrificar la vida. Porque sólo sobre cadáveres o heridos estos cobardes uniformados, pueden titubear.

Con los venezolanos que tenemos listos para luchar, esa parece la única salida. Porque todavía quedan cinco millones que no votan ni les importa, más ignorantes o más cómodos o más negociantes que los que en cada marcha exponen sus vidas. Chávez lo repite hasta la saciedad: él no es el mismo. Ha engordado en cobardía, cuerpo y poder. Y eso de la “democracia” es un sueño de siglos pasados porque hay un concepto frío y vicioso de su significado y este hombre que a los ojos del mundo es un dictador, visita ese mundo sobre alfombra roja regalando lo que no es de él para ganarse los aplausos de los pueblos bajo las hipócritas sonrisas de sus mandatarios.

Así como José Félix Ribas llamó a los jóvenes aquel febrero de la lucha libertadora a salvar la Patria, tendremos que llamar a los ancianos que quieran dar el resto de su vida, o a los enfermos terminales que quieran morir por algo más que sufrir, para esa vanguardia de valor. No tendremos ya a Globovisión para perdurar la gesta en imagen. Venezuela lo sabrá de boca en boca. Yo me anoto.



1 comentario:

PiensoLuegoPiensoLuegoExisto dijo...

El gobierno de Chávez es indefendible desde cualquier punto de vista.

Alguien que se llena la boca con el 'anticapitalismo imperialista' y aloja las página oficiales de Venezuela en EEUU, no merece el menor respeto.

Pero bueno, es discurso de izquierda. Nunca han dado un argumento válido (o lógico siquiera) para nada. Y la historia se ha encargado de demostrarlo.

Saludos
PLPLE