"Chávez ya no es el personaje central de la feria, sino el roba-cámara"
Es obvio que Chávez buceaba una foto con Obama y la logró. La logró al costo de tergiversar la figura que ha querido construirse como jefe prodigioso de la gesta revolucionaria latinoamericana. Piénsese un instante si se puede imaginar a Fidel Castro correteando por los pasillos de un recinto de convenciones para encontrarse con cualquiera de los diez presidentes de EEUU con los que se ha enfrentado en cinco décadas; menos aun, levantándose de su asiento, solícito, para irle a dar un libro en español a un Presidente que no habla el idioma; un libro que decía cosas impactantes hace casi cuarenta años pero que, para informar de las quejas latinoamericanas, hay muchos otros, más actuales y elaborados. Lo más sorprendente es que el aparato de propaganda y los propios dichos de Chávez intentan presentar a Obama como afanoso en la búsqueda del encuentro -cosa que no tendría nada de particular si de limar asperezas se tratara-, cuando en realidad parece que en la comitiva venezolana había un dispositivo previsto para producir el nada casual encuentro; uno vigilaba por acá, otro por allá. "Avisa cuando vaya bajando& que la traductora esté también cerca& y los fotógrafos&". Como esos truquitos de adolescente, mediante el cual el muchacho camina escondido tras la muchacha a la que quiere enamorar, hasta que ella, fatigada de recorrer el primaveral parque se recuesta en la grama, y el ardiente joven cruza, como quien no quiere la cosa, mirando hacia el otro lado, hasta que el objeto de su amor atina a verlo, lo saluda, y él, emocionado, dice "no lo puedo creer& ¡qué casualidad, jamás me imaginé que podría encontrarte aquí!".El Significado. El saludo es preferible al insulto. Lo cual habla bien de los seres humanos que lo practican. El problema es que el apersogamiento con quien se ha etiquetado en forma grosera, descoloca al lenguaraz. Si Obama es ignorante, como Chávez dijo, si representa todo lo malo, si en un racismo trasnochado la única credencial que le otorga es la de ser "negro", cómo es que se le puede lanzar de platanazo para hacerle carantoñas sin que se le disuelva la zona del cerebro que resguarda los principios. Porque, caballero, una cosa es saludar y otra muy distinta es abalanzarse a quitarle la pelusa que tiene en el terno.
Convéngase que Chávez tiene una pasión por el abrazo y el manoseo públicos que comienza a ser comentada hasta "en Palacio". Obsérvense la mayoría de las fotos con Raúl Castro; el cubano aparece con sus manos entrelazadas mientras el venezolano lo abraza y toquetea. Idéntico espectáculo se observa con Lula, la familia Kirchner, Gadafi y otros. A buen seguro hay una dimensión psicológica del asunto, pero en términos políticos y sociales la agarradera desea transmitir intimidad, somos lo mismo, tú y yo nos tenemos una confianza absoluta, formamos parte del sueño común, y otros mensajes que los contertulios no se muestran tan dispuestos a promover. Dos gestos típicos de este personaje cuando hay cámaras son, primero, la mirada perdida en lontananza, cavilando como el pensador de Rodin, reconcentrado como Platón en el momento en que la era estaba pujando un corazón; son momentos en los que busca transmitir profundidad, reflexión; el agónico proceso de producir una idea que va a partir la Historia en tres pedazos (dos para mí y uno para ti). El otro gesto, es el de los estrujones, que procura indicar que esos a quienes se prodigan le acompañan en la causa. Recuérdese la ocurrencia de haber dicho que Obama es presidente porque acá en América Latina comenzó el cambio. Lo que le falta decir es que el cambio comenzó con él. Así, Barack Obama le debería a Hugo Chávez Frías la Presidencia de EEUU.
El Norte.Obama consiguió el objetivo que se propuso: se desligó de las políticas de sus antecesores; no hizo el papel del jefe de un redil que va a observar a sus ovejas sino el de un personaje que sabe que las políticas de su país están desprestigiadas; fue a buscar socios y no súbditos; mostró saber que el cambio de política hacia Cuba es una demanda de toda América Latina. Mientras tanto, ha hecho algunas aproximaciones excelentes hacia la región: ha establecido una relación cercana con Lula y Calderón, ha tenido una conexión respetuosa con Bachelet y con Uribe, ha enviado al vicepresidente y a la secretaria de Estado a diferentes reuniones, y le respondió, con elegancia y tino, al mensaje de Raúl Castro. En lo que a Venezuela respecta, a pesar de cierta estridencia de los que se han alarmado por un apretón de manos con sonrisa añadida, Obama logró que Chávez se le presentara como un personaje deseoso de amistad, ávido de encuentros, lo que lo dejó a éste algo descolocado después de afirmar que habría estremecimientos en Trinidad.
Cuba.Junto a Obama, la otra victoria le corresponde a Raúl Castro. La causa contra el embargo norteamericano a la isla hoy es asumida por los regímenes democráticos que Fidel intentó derrocar hace cuarenta años. Es una paradoja, pero representa la conciencia latinoamericana de que ese embargo nada resuelve, nada ha resuelto y sólo afecta directamente al pueblo cubano. Este embargo está políticamente muerto y sólo dependerá de los engorrosos trámites legislativos del Congreso de Estados Unidos para que se levante o que Obama tome ventaja de algunos huecos que hay en la legislación para actuar por vía ejecutiva. Este hecho, podrá ser una victoria de Obama dentro de EEUU, pero será también una victoria latinoamericana. La revolución cubana nació para vencer al imperio y éste se planteó el reto de aplastarla; como ninguno pudo conseguir lo que quería, los cubanos obtendrán la victoria del fin del embargo y EEUU logrará contribuir a generar un ambiente "a lo chino", en el cual podría pervivir el control político de los comunistas en el marco de un sistema crecientemente capitalista.
Así se observará cómo el embargo, inventado por Washington, a quien ha terminado sirviendo es a La Habana. La prueba inmediata es la furiosa reacción de Fidel cuando desautoriza al hermano, con el ajado recurso de decir que Raúl fue malinterpretado, cuando todo el mundo lo oyó decir en medio de aquella gozadera escocesa en Cumaná que estaba abierto a discutir "todo, todo, todo".
Chávez. El de estos predios comenzó a perder los papeles. Las piedras no hablaron en Trinidad. El planeta no se estremeció, al menos por las fuerzas de la imparable revolución mundial, porque ésta terminó, arrobada, de manitas con Barack y con Hillary. En términos políticos, Hugo Chávez ya no es el personaje central de la feria, sino el robacámara que pescuecea de modo inútil. Nótese que muy lentamente hasta Evo Morales y Rafael Correa, presionados por factores domésticos, establecen milimétricas -por ahora- diferencias con el hermano pródigo. Los santos, esos que producen los milagros, han comenzado lentamente a girar sobre su eje, y no hay nada peor para un iluminado que ese momento fatal cuando los santos se voltean.
Carlos Blanco
El Universal
http://politica.eluniversal.com/2009/04/26/opi_art_tiempo-de-palabra_1361015.shtml
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