La urgente enmienda a la Constitución que reclama el presidente Hugo Chávez para poder ser reelecto, amenaza con revivir tiempos de alta conflictividad en Venezuela, donde el mandatario ya comanda una agresiva campaña de polarización para “barrer” a sus adversarios.
Obligado por la crisis económica que se cierne sobre el país petrolero, Chávez ha lanzado una “guerra relámpago” para capitalizar su popularidad antes de que la caída en picada de precios del crudo y una fortalecida oposición puedan mellar sus posibilidades de ganar la consulta prevista para febrero.
“Inmediatamente, comenzando el año, ataque fulminante, relámpago, ataque blindado del pueblo y al frente el Partido Socialista Unido de Venezuela”, anunció una semana después de que sus oponentes le arrebataran varias gobernaciones y alcaldías clave en los comicios regionales de noviembre.
Derrotado en el referendo constitucional del 2007, cuando el país rechazó por estrecho margen una reforma para profundizar el socialismo que incluía la reelección continua, el líder antiestadounidense enfrenta ahora uno de los retos más difíciles desde que ganara el poder hace una década.
Ante este escenario, analistas creen que Chávez buscará polarizar radicalmente a la población para convertir el referendo en un plebiscito sobre su figura y no sobre su propuesta, una táctica para cohesionar a su mercado político que le ha resultado exitosa en otras contiendas electorales.
“Necesita generar un estado de incertidumbre y vender la idea de que sin él no hay posibilidad de mantener la paz y la estabilidad, de que no hay posibilidad de mantener un Gobierno. De que sin Chávez en el poder, el país es ingobernable”, dijo Luis Vicente León, director de Datanálisis.
El Gobierno podría tomar polémicas decisiones, como la encarcelación de uno de los principales líderes opositores o forzar la salida del aire del canal de televisión más crítico con el oficialismo, amenazas que ha lanzado Chávez y que corren el riesgo de calentar las calles y avivar el enfrentamiento, según analistas.
“COMANDANTE”, AL CONTRAGOLPE
En sus casi 10 años de Gobierno, Chávez ha sobrevivido varios períodos de alta conflictividad política y social que ha usado para contraatacar y salir reforzado.
Durante años, la oposición enfrentó medidas radicales del presidente con masivas protestas en las calles que precedieron a grandes crisis, como un fugaz golpe de Estado en el 2002 o un paro petrolero que a finales de ese año casi arruina al país.
En sus contragolpes, Chávez logró depurar a las Fuerzas Armadas, retomar el control de la poderosa industria petrolera y ganar argumentos para atacar a la oposición “golpista”.
Ahora, el militar retirado ha iniciado una ofensiva frontal contra gobernadores y alcaldes rivales acusándolos en sus frecuentes alocuciones televisivas de conspirar para derrocarlo, de desmantelar sus populares programas sociales para los pobres y de estar a las órdenes de Washington.
Por su parte, opositores recién electos han denunciado que el Gobierno los está asfixiando al quitarles vitales competencias administrativas como el control sobre cuerpos de policía, escuelas, transporte y salud, para perjudicar su gestión.
“Precisamente lo que no quieren es que yo gobierne. Porque en el momento que uno gobierna demuestra la eficiencia”, dijo a Reuters Henrique Capriles Radonsky, nuevo gobernador del populoso estado Miranda, al que pocos días después de jurar su cargo Chávez le conminó “¡ríndase, porque está rodeado!”.
En paralelo, sectores del oficialismo ya han promovido protestas contra los nuevos funcionarios, mientras Chávez ordenó al Partido Socialista articular su poderosa maquinaria electoral para empezar a movilizar al electorado y les advirtió que no hay medias tintas: o estás con él o estás contra él.
“Chávez ha resultado ganador en escenarios de confrontación política. Siendo un militar no es fortuito que promueva choque, una radicalización, porque en ese terreno él se maneja mejor”, dijo John Magdaleno, experto en opinión pública de la Universidad Simón Bolívar en Caracas.
Para esta decisiva y difícil campaña, el “Comandante” ha recuperado un viejo lema que le sirvió para superar en el 2004 un referendo revocatorio del que salió reforzado doméstica e internacionalmente y que condensa las esperanzas de una parte del país y los temores de otra: “¡Uh, ah, Chávez no se va!”.
(Por Enrique Andrés Pretel, editado por Silene Ramírez)
Thomson Reuters
http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/21118/analisis-reuters-se-aviva-el-temor-de-un-conflicto-en-venezuela/
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